La sensación térmica se eleva a los 45 grados este miércoles en Tucumán, pero si hubiera un termómetro capaz de testear los ánimos de los vecinos de avenida Independencia y Ayacucho, no aguantaría y explotaría. Es que para los habitantes de varias cuadras de la zona la vida cotidiana se ha convertido en un auténtico calvario porque, según denuncian, hace más de 250 días que no cuentan con agua potable en sus casas. Desde entonces, cocinar, bañarse, lavar los platos y los guardapolvos de la escuela o regar las plantas supone una engorrosa logística de acarreo de bidones y una frustración constante que ha puesto a los vecinos al borde de una guerra. 

“Cuando veo que se quejan del agua que sale turbia, yo digo: ¿por qué se quejan? cómo quisiera yo tener agua turbia, con barro, pero que salga una gota… Es desesperante cómo viven las familias acá”, insiste sin ocultar su indignación Daniel, vecino de Avenida Independencia al 700, al móvil de eltucumano.com. Daniel es integrante de una de las tantas familias afectadas por la falta de provisión de agua potable en la zona: “Con hondo pesar denunciamos que lo peor que nos puede pasar a los vecinos es no tener agua. No tenemos agua y el cartel dice 250 días, pero este problema es de años; años de vivir sin agua”. 

“La gente se acostumbró… a la mañana los vemos pasar con los carritos porque van a traer bidones de agua de los vecinos, salen en autos, en camionetas, porque esto no es de clases sociales, acá viven familias de trabajadores y tienen que salir a acarrear agua todos los días y hoy, justo ahora, aparece la SAT a ver qué solución nos da”, reclama. 

Para Daniel como para las familias que habitan a lo largo de tres cuadras, la situación se ha vuelto desesperante. Según advierte, los vecinos han venido reclamando a la Sociedad Aguas del Tucumán (SAT) sin respuestas favorables hasta el momento: “Corté la calle, hicimos el reclamo, vivieron una vez, otra vez, y hasta el día de hoy no tenemos una gota de agua… Es una catástrofe, con el calor que hace, nosotros prendemos el aire sabiendo lo que nos va a venir de luz, pero porque cae esa gota de agua del aire y ahí juntamos. Es lamentable, no se puede vivir más así”. 

Según explica, la escasez de agua potable ha generado tensiones y disputas entre los vecinos del lugar: “Acá hay una guerra del agua entre los vecinos, viene el camión que manda la SAT, para en una casa y corren todos los vecinos con los bidones y el camión le llena un poquito a cada uno. Cuando ven que no alcanza, empiezan las peleas, estamos peleando por el agua acá a once cuadras de la plaza Independencia”. 

“Siguen llegando boletas por zona residencial, en la SAT me dicen ‘usted está con orden de corte del agua’, por supuesto que dejé de pagar por un servicio que no tengo ¿Sabés qué es lo gracioso? Que me digan que tengo orden de corte ¿cómo me van a cortar si no tengo agua?”, insistió. 

“No sale nada de agua… supuestamente que ya dan, que ya arreglan, que ya abren una válvula, que cierran otra y no hay ningún tipo de solución… yo me tengo que trasladar cinco cuadras al domicilio de mi madre a traer bidones en la moto para tener agua porque acá no hay agua”, reclamó, por su parte, Ariel, otro vecino de la zona. 

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