
Pasaron cinco meses desde que la intendenta de Tafí Viejo, Alejandra Rodríguez, tomó la decisión de sacar anticipadamente al municipio del Pacto Fiscal al que suscribía con el Gobierno de la Provincia y que garantizaba el pago de salarios y fondos para brindar los servicios básicos.
Desde aquel momento, la jefa municipal viene denunciando que la administración del municipio viene sufriendo un "asfixia económica y financiera" por parte del Ejecutivo Provincial, que a su vez le reclama a Tafí Viejo una deuda de $12.800 millones.
En ese marco, el Concejo Deliberante de esa ciudad aprobó por mayoría el proyecto de ordenanza N° 007/2025, que declara la Emergencia Económica, Financiera y Administrativa y autoriza a la intendenta a tomar de deuda para garantizar el pago de la planilla salarial, la asistencia alimentaria, los servicios de salud pública y el funcionamiento institucional, entre otros.
La aprobación de este proyecto dividió las aguas entre los concejales aliados al ex intendente Javier Noguera, enfrentado con el gobernador Osvaldo Jaldo, y aquellos que pertenecen al sector jaldista. Este martes, en diálogo con La Tucumana de Mañana (La Tucumana FM 95.9), el presidente del Concejo Deliberante, el noguerista Maxi Córdoba, justificó la decisión del cuerpo legislativo alegando la situación límite que atraviesa el municipio en materia financiera. "Esta situación viene desde 2024, cuando el gobierno provincial empezó a recortar montos que le corresponden a Tafí Viejo por legítimo derecho a través de la ley 6.316 de Coparticipación Provincial", indicó.
Además, Córdoba aseguró que es necesario darle una mirada política al conflicto. "Hay algo que está pasando con Tafí Viejo, hay una asfixia particular que viene pesando sobre los 95 mil habitantes del municipio por parte del Gobierno Provincial. Y esto sucede por el sólo hecho de que Tafí Viejo tenga un referente con intenciones de ser candidato de dipuatdo y participar de las próxima elecciones". En este sentido, el edil aseguró que desde el Concejo Deliberante solicitaron al Ejecutivo Provincial la conformación de una mesa de diálogo intersectorial para buscar una salida al conflicto, un pedido que no tuvo respuesta. "A partir de esa no recepción de respuesta por parte del Gobierno Provincial, y teniendo nosotros como segundo órgano de gobierno municipal, votamos por mayoría autorizar a la intendenta a acudir a créditos externos en caso de ser necesario", fustigó.
La respuesta del jaldismo
Tras las declaraciones del presidente del Concejo Deliberante de Tafí Viejo, La Tucumana de Mañana le otorgóla palabra al concejal Alejandro Martínez (h), uno de los dos ediles que forman parte del bloque jaldista en el cuepro legislativo de esa ciudad.
Durante la entrevista, Martínez explicó por qué su bloque decidió votar en contra de la ordenanza recientemente aprobada, que declara la emergencia financiera en la ciudad y autoriza a la intendenta a tomar nueva deuda por hasta $4.500 millones. Martínez advirtió que el municipio ya enfrenta una deuda cercana a los 13.000 millones con la provincia y que este nuevo endeudamiento, en vez de aliviar la situación, podría agravarla. “Es como pagar una tarjeta de crédito con otra: se convierte en una bola de nieve”, graficó.
Además, calificó de “apresurada” la decisión del Ejecutivo local de abandonar el Pacto Fiscal provincial, que garantizaba el pago de sueldos y el funcionamiento municipal. Según sus declaraciones, Tafí Viejo no está en condiciones de operar sin ese respaldo debido a la magnitud de sus compromisos financieros. “Yo ya lo venía diciendo: no todos los municipios están obligados a estar dentro del pacto, pero si salen, tienen que ver si pueden funcionar solo con la coparticipación. Y Tafí Viejo no puede”, remarcó.
Por eso, desde su bloque proponen regresar al pacto como vía para refinanciar la deuda, asegurar los salarios municipales y evitar recurrir al endeudamiento privado, cuyas tasas de interés calificó como "altísimas". "Volvamos al pacto, aseguremos los sueldos y refinanciemos la deuda con el Estado. Es la salida más sensata, menos costosa para la gente y más responsable desde lo institucional”, aseguró.
El edil también denunció falta de claridad en las cuentas públicas y reveló haber solicitado formalmente informes de ingresos y egresos municipales. Alertó sobre un desbalance entre la cantidad de empleados en blanco (unos 600) y los contratados (entre 2.500 y 3.000), lo cual —según él— compromete aún más la estabilidad financiera del municipio. Martínez insistió en que la solución pasa por el diálogo con la provincia y el retorno al pacto fiscal, “para preservar la paz social y evitar una crisis mayor en Tafí Viejo”.
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