
Las expectativas del sector hotelero en Tucumán para la temporada de invierno son moderadas y con un sabor agridulce. Aunque el Ente de Turismo de la provincia ha impulsado con fuerza diversas campañas promocionales, los niveles de reserva actuales están entre un 20% y un 30% por debajo de lo habitual para esta época del año. Así lo confirmó este lunes Ernesto Gettar, presidente de la Unión de Hoteles, Restaurantes, Bares y Afines, en diálogo con La Tucumana de Mañana (La Tucumana FM 95.9). La incertidumbre económica y una tendencia creciente a planificar con muy poca antelación están marcando el ritmo de una temporada que aún no despega del todo.
Sin embargo, el empresario aseguró que este comportamiento no es exclusivo de Tucumán: se trata de un fenómeno que se replica en otras regiones del país. "Muchos turistas están optando por esperar hasta el último momento para confirmar sus viajes, un cambio de hábito que impacta directamente en la planificación operativa del sector hotelero". Como consecuencia, la falta de previsibilidad complica la organización de personal, la logística de servicios y la optimización de la infraestructura disponible.
Desde el sector privado y los organismos públicos coinciden en que aún hay margen para el repunte. Se espera que la segunda semana de julio, cuando comienzan formalmente las vacaciones de invierno en varias provincias, traiga consigo un aumento en las reservas. Por eso, desde el sector empresarial confían en el llamado "turismo de cercanía", es decir, el viajero regional que llega en auto desde provincias vecinas o localidades cercanas. Esto, confía Gettar, será clave para mejorar los niveles de ocupación.
Sin embargo, hay una lectura más profunda detrás de esta tendencia. Operadores turísticos advierten que la caída en el consumo, la inflación y la multiplicación de fines de semana largos durante el año han provocado que las familias fraccionen sus momentos de descanso. Esto debilita la demanda concentrada en las temporadas altas, como el receso invernal, y empuja al sector a replantear sus estrategias de captación y fidelización.
A pesar del escenario incierto, el clima, la oferta cultural y la belleza natural de Tucumán siguen siendo fuertes atractivos. El desafío será convertir esa potencialidad en reservas efectivas. Mientras tanto, los empresarios turísticos cruzan los dedos y afinan promociones de último momento, apostando a que la cercanía geográfica y la hospitalidad local vuelvan a inclinar la balanza a favor del turismo.